Una expedición redescubre al “pequeño Shrek”, una enigmática ave venezolana

Una expedición en Venezuela, dirigida por el ornitólogo David Ascanio y apoyada por la American Bird Conservancy (ABC), redescubrió el atrapamoscas de Turimiquire (Phyllomyias urichi), una enigmática ave de la que solo ha habido otros tres avistamientos confirmados y que se describió por primera vez en 1899.

El segundo avistamiento fue en la década de 1940 y el tercero en 2005, por el propio Ascanio. Con tan pocos avistamientos, el atrapamoscas de Turimiquire es una de las aves menos conocidas en América del Sur y con su hábitat de bosque nuboso siendo talado para la agricultura, los científicos temían que pronto podría estar en riesgo de extinción. Sin embargo, el equipo de la expedición pudo demostrar definitivamente que aún estaba vivo: capturaron las primeras fotos claras del ave y la primera grabación de su llamada, arrojando luz sobre su comportamiento y ecología.

“Es como un pequeño ‘Shrek'”, dijo Ascanio, del pájaro verde oliva, similar al color del personaje de la popular película. “No es tan sorprendente como muchas de las otras aves del mismo bosque y tiene un canto agudo, pero si está ahí significa que el bosque está sano. Ciertamente está alineado con la presencia de todas estas maravillosas aves del bosque y otras especies. ¡Estaba temblando de emoción!”.

 

PREMIO A LA PACIENCIA

Ascanio atribuyó el redescubrimiento de esta pequeña ave a una mezcla a partes iguales de búsqueda incesante, suerte y coincidencia. Ya se había topado con el atrapamoscas de Turimiquire en 2005, pero en esa oportunidad las fotos no quedaron nítidas. La intención de confirmar su observación había quedado en su mente hasta que una publicación en Twitter sobre un seminario web de aves desconocidas de Suramérica revivió su interés.

Tras ponerse en contacto con ABC y superando las limitaciones sanitarias por la pandemia organizaron en mayo pasado una expedición a la región de Caripe.

Descubrieron que el lugar donde Ascanio había visto al ave en 2005 había sido deforestado, por eso dirigieron sus pasos a Yucucual-Mata de Mango, en el macizo de Caripe, Turimiquire (Monagas). Apenas Ascanio vio el bosque nublado propuso quedarse en el sitio, pues a su juicio reunía las condiciones en las que estas aves se asientan. Tras 13 horas de observación vieron la primera pareja de aves y al día siguiente pudieron fotografiar nítidamente la enigmática ave. ¡El tiempo de espera valió la pena!

“La tiranuela de Urich –otro nombre con el que se conoce al ave– es una de las pocas aves en toda Sudamérica que nadie ha podido encontrar en los últimos 10 años, por lo que es muy emocionante que David y su equipo hayan redescubierto esta especie perdida”, dijo John C. Mittermeier, director de divulgación sobre especies amenazadas de ABC. “Gracias al descubrimiento del equipo, ahora sabemos con certeza cómo se ve y suena esta ave y dónde vive, y podemos usar esta información para comenzar a tomar medidas para protegerla”.

Ascanio explicó que las montañas donde vive este atrapamoscas forman parte de un ecosistema único que alberga plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Además del atrapamoscas, observaron aves como el quetzal dorado (Pharomachrus fulgidus), la granicera hermosa (Pipreola formosa) y el colibrí coludo de Venezuela (Aglaiocercus berlepschi), este último considerado “En Peligro” según los criterios y categorías de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La tala de los bosques nublados para actividades agrícolas es una de las principales amenazas para este “pequeño Shrek”, advirtió Ascanio. Por ello, señaló que es importante tomar medidas para su conservación.

“Es asombroso que estos bosques aún alberguen sorpresas y especies prácticamente desconocidas”, dijo Lina Valencia, coordinadora del país andino para Re:wild, la cual ayuda a los investigadores a buscar especies perdidas en todo el mundo. “Las expediciones a zonas remotas, como el Macizo de Caripe, son extremadamente difíciles, pero es realmente alentador encontrar una especie tan rara como el atrapamoscas del Turimiquire”.

“A pesar de ser poco ‘agraciado’, el atrapamoscas de Turimiquire es un indicador de que hay otras aves hermosas y de que el bosque está bien protegido. En pocas palabras y como el personaje animado: si no hay Shrek, no hay bosque bueno”, dijo David.

 

Foto: David Ascanio

 

Miembros de la expedición:

David Ascanio. Coautor “Birds of Venezuela” (2017). Investigador Asociado Colección Ornitológica Phelps. Formó parte del equipo de búsqueda del Atrapamoscas del Turimiquire.

Pedro Cabello. Ecólogo. Guía profesional de naturaleza. Formó parte del equipo de búsqueda del Atrapamoscas del Turimiquire.

Tomás Odehnal. Transporte, logística de alimentación y campismo. Naturalista. Asistente de campo.

Carlos Matheus. Guía profesional de naturaleza. Naturalista. Planificación de campo: rutas, contactos locales, situación local COVID. Asistente de campo.

Thore Noernberg. Guía profesional de naturaleza. Naturalista. Asistente de campo.